Durante esta semana diversas asociaciones harán una campaña a favor de la sanidad pública, rechazando así medidas que se proponen útimamente, tales como el copago sanitario. Son asociaciones que funcionan en diferentes territorios y cuyos recorridos también son ya más o menos largos según el proceso de privatización de la sanidad esté más o menos avanzado en el territorio en el que operan.
Los procesos privatizadores siempre se inician por un deterioro de las entidades públicas, unido a una campaña de que “la gestión pública, no funciona”, orquestada por los responsables de hacerla funcionar que, curiosamente, nunca cuestionan su incapacidad e insolvencia, sino que la remiten a algo más general y axiomático: “lo público, no funciona”, de la que se deriva lógicamente la necesidad de privatizar.
La campaña que desarrollan esta semana gira en torno a:
“La SANIDAD debe ser PÚBLICA, GRATUITA y de CALIDAD. La atención por cualquier problema de salud debe ser independiente del nivel económico de cada ciudadano.
La implantación de cualquier sistema de copago, tasas o tickets moderadores incrementará aún más las diferencias sociales, limitando el acceso de los grupos de población más desfavorecidos y afectando negativamente a su salud.”
Algo que hace no muchos años parecía y se aceptaba como obvio, pero que hoy está puesto en cuestión, zarandeado por poderosos intereses económicos privados, que mantienen fuerte imbricación con los responsables políticos.
En Navarra este proceso privatizador puede estar más ralentizado, pero no es inexistente: las externalizaciones, las concertaciones, la renuncia a cubrir servicios importantes... avanzan, como avanza el “no hay dinero” como respuesta a cualquier necesidad que se plantea y como forma de dejar deteriorar lo público e intensificar la necesidad de acudir a lo privado.
Por todo ello, desde las secciones de Sanidad de los sindicatos CGT y Solidari, nos hacemos eco de la mencionada campaña en nuestro intento de encarar este amplio campo para actuar que existe en Navarra. En nuestra mano, en la de toda la ciudadanía, está el echar a andar. Así, no dejemos pasar ningún envite, digamos desde ya “NO al copago” de forma colectiva, para impedir que se cumplan los malos augurios que sobre nuestro derecho a la salud acechan.
