jueves, 17 de enero de 2013

Privatización cocinas


De la política basura sólo se puede esperar comida basura.

La política se parece bastante a la cocina. Todo se basa en recetas bien definidas que indican qué pasos dar para lograr el plato deseado, que será distinto para según quién, para gustos los colores. El problema viene cuando unos pocos deciden qué come la mayoría. Mientras desde arriba nos quieren dejar al borde de la inanición con insalubres menús a base de recortes, corrupción y prebendas para el sector privado y la banca, desde abajo exigimos una dieta sana y equlibrada, para todas las personas.
Quienes trabajamos en la sanidad pública y quienes somos usuarias de la misma exigimos esta calidad alimentaria en lo metafórico: gestión de los asuntos comunes, avance hacia una sociedad más justa y ecológica,... y en lo literal: un servicio de dietética de calidad y eficiente, gestionado de forma pública, como se venía haciendo hasta ahora en todo el Complejo Hospitalario de Navarra.
Con la receta neoliberal en la mano, siempre nos han dicho que el sector privado es capaz de gestionar mejor y más barato. La realidad nos dice todo lo contrario. La Cámara de Comptos ya desveló en un informe la tremenda diferencia económica de realizar determinadas pruebas e intervenciones en la sanidad pública respecto a la privada, siendo mucho más costoso recurrir a la concertación que apostar por la gestión directa. Teniendo en cuenta que los salarios y las platillas de los centros concertados siempre son más deficientes, no hay que hacer demasiadas cuentas para entender que el diferencial económico pasa a engrosar unos pocos bolsillos. Es decir, la salud se convierte en un lucrativo negocio.
Al aroma del dinero, se acercaron distintas empresas privadas a concursar por gestionar las cocinas de la sanidad navarra. La empresa que ganó, la que más empleo destruía, lo que demuestra la falta de sensibilidad hacia la lacra del Paro por parte de quienes nos gobiernan, a la hora de definir el pliego de condiciones.
Claro, detrás de esa oferta tan económica que Mediterránea de Catering puso encima de la mesa hay “gato encerrado” y hablando de comer, diremos que nos quieren dar “gato por liebre”. Pues bien, trataremos de poner el “cascabel al gato”, siguiendo con las felinas referencias.
El impacto social de la privatización, enviando a decenas de personas al Paro y empeorando objetivamente la calidad del servicio hace difícil hablar de ahorro. Y es que hacer las cosas mal sale caro. Por un lado aumentaremos el gasto en prestaciones en desempleo y por otro, resulta evidente que pacientes peor alimentados evolucionan peor y generan más gasto sanitario. El supuesto ahorro directo, posiblemente nunca se dé, pues la empresa, además de las tarifas fijas, factura aparte otros pedidos como los cambios de dieta que se dan según la evolución médica. Además, la empresa utiliza instalaciones como la cocina del Hospital de Navarra, supuestamente obsoleta, para preparar desayunos y meriendas. ¿Paga Mediterránea de Catering por ello?, ¿se está haciendo cargo de la electricidad consumida por todos los carros de comida?, ¿quién computa el verdadero Copago alimenticio a esas personas ingresadas que por la mala calidad del servicio han tenido que llevar comida de casa o de la cafetería?, ¿quién se hará cargo finalmente de todas las adecuaciones de las infraestructuras -remodelación de estancias, ascensores,...-?
Por último, en lo que a la organización del trabajo se refiere, debemos señalar por una parte, que se ha hecho un esfuerzo nada desdeñable para que la plantilla conozca el uso del programa para pedir las dietas, dejando los servicios con menos recursos de personal, por debajo de mínimos en ocasiones. Rara vez hemos podido ver un empeño semejante para lograr una mejor coordinación entre distintas unidades o servicios dentro del sistema público. Esto, por supuesto, tampoco esta cuantificado. Por otra parte, para que las dietas entren y salgan de las habitaciones en las mismas condiciones que antes, la empresa cuenta con que el personal de Osasunbidea aumente sus funciones, qué fácil es ahorrar cuando echas mano constantemente de la cartera de otro.
Ante esta última realidad, muchas compañeras se están plantando, tratando de decir ya basta a la sinrazón que vemos a diario, la injusticia derivada de la privatización. Desde estas líneas queremos agradecer a estas personas su generosas actitud y su firmeza. Sería mucho más fácil, sin duda, obedecer y olvidarse de cualquier problema “disciplinario”, pero su conciencia les exige coherencia y la ejercen así. Instamos a la dirección a que dirija sus presiones hacia quienes pretenden lucrarse esquilmando y degradando lo público, no hacia la plantilla de Osasunbidea. En todo caso, de haber hostilidad hacia las trabajadoras, será cosa de todas responder y frenar el abuso, exigiendo responsabilidades no sólo en los niveles más altos, también a lo largo de toda la cadena de mando.
Por último, queremos hacer un llamamiento a toda la sociedad a mostrar su hostilidad ante la privatización de las cocinas y ante otras que nos plantearán. Una buena manera es secundar las distintas movilizaciones que se están dando en este sentido. Digamos basta a la política basura, exijamos el retorno de la gestión pública, rechacemos cualquier represalia a la plantilla.












Vídeo e imagen de cacerolada del 31 de enero:


































































Cacerolada en Virgen del camino (21 enero) Video:http://www.youtube.com/watch?v=4Bu3Rm1yhs8














viernes, 11 de enero de 2013

CONTRA EL DESAMPARO Y LA ARBITRARIEDAD


La privatización del servicio de cocina en el Complejo Hospitalario de Navarra se está consumando estos días en las peores condiciones que cabía imaginar para las trabajadoras que vienen desempeñando su trabajo, tanto fijas como eventuales, ante la pasividad más absoluta de la Dirección del SNS Osasunbidea. CGT y Solidari queremos denunciar el desamparo vergonzoso que las trabajadoras están sufriendo por parte de los responsables hospitalarios y las prácticas cuasi mafiosas por parte de la empresa Mediterránea de Catering.
Cuando en Julio de 2012 esta empresa resultó ganadora del concurso uno de los compromisos que se valoró en la adjudicación fue el compromiso de la empresa adjudicataria de contratar al personal de las actuales cocinas, aunque no existía ninguna obligación explícita. Pues bien, los modos y maneras que esta empresa está utilizando a la hora de esta contratación no pueden ser más arbitrarios y lesivos para las trabajadoras: Tras unas entrevistas en la Cafetería del H. V del Camino, previa presentación del Curriculum Vitae, las trabajadoras se encuentran totalmente desamparadas y a merced de unas decisiones que creemos injustas e impropias y ante las que la Dirección de Osasunbidea no puede mirar para otro lado.
Según denuncian las trabajadoras uno de los requisitos que la nueva empresa les exige es que tienen que renunciar al contrato suscrito con la Administración y tienen que pasar 21 días al paro para poder incorporarse a la nueva empresa. (En cualquier caso la oferta de contrato es verbal). Estas trabajadoras al pedir el cese en el trabajo pierden el derecho al subsidio de paro y se van a ver penalizadas en las listas de contratación por parte de la Administración. Si a esto se añade la falta absoluta de control sobre los criterios empleados por la empresa, la nula consideración hacia las trabajadoras  que se merecen un trato cuando menos digno, desde CGT y Solidari no podemos menos que concluir que todo este proceso está resultando el prólogo de lo que ya en su día denunciamos: El deterioro del Servicio de Cocinas que hoy comienza con sus trabajadores y mañana se consumará con la calidad del servicio para todos los pacientes. 
Queremos llamar la atención de todo el personal que hoy trabajamos en Osasunbidea sobre lo que puede ser un primer paso en ese camino de privatizar el Servicio de Salud y la necesidad de tomar conciencia de lo que hoy está ocurriendo con el servicio de cocina y las consecuencias que en un futuro inmediato se pueden derivar, si no existe una respuesta eficaz en la defensa de los derechos de los que hasta ahora han desempeñado este trabajo, de las mínimas garantías que les asisten y de las condiciones en las que a futuro van a tener quienes van a seguir desempeñando este trabajo en la nueva empresa. Este espejo es lo suficientemente revelador como para que podamos mirar para otro lado y quedarnos sólo en una denuncia más o menos sincera pero que apenas vaya a trascender.
Queremos hacer un llamamiento al conjunto de la plantilla de Osasunbidea y a todas las organizaciones sindicales a movilizarnos e impedir que se consume un nuevo atropello a este sector de trabajadores de la cocina y el consiguiente deterioro de la calidad de un servicio tan fundamental para toda la población como es la Salud.

viernes, 4 de enero de 2013

Más Oferta Pública de Empleo y más justa



OPE, Oferta Pública de Empleo, algo que escasea actualmente. La última de relevancia, la de enfermería, cuyo examen de Oposición se celebró en noviembre y dada la elevada cifra de aspirantes y la de suspensos, nos hace reflexionar en torno al empleo público y el sistema de valoración que se emplea. Partimos de que ninguna fórmula en este sentido va a ser perfecta, pero creemos que es positivo abrir el debate de cara a hacerla más justa.

El personal sanitario se selecciona mediante convocatoria pública, a través del sistema de Concurso-Oposición, en la que deben prevalecer los principios de igualdad, mérito y capacidad.

Pues bien, en lo que se refiere a la igualdad, vemos realmente necesario que además de indicar el temario que debe preparar el opositor, también se especifique para el conjunto de aspirantes, la bibliografía en la que se basa el tribunal para la formulación de las preguntas, por extensa que sea. No es razonable ni se comprende que se exijan al opositor referencias bibliográficas que sustenten la argumentación a favor de la anulación de una pregunta y por el contrario el tribunal una vez posicionado sobre la misma no señale las suyas propias. Por otra parte, ¿se garantiza la igualdad cuando el 50% de las plazas se reservan para la promoción interna?.

Si de verdad queremos que el mérito tenga peso a la hora de seleccionar al personal, creemos que lo justo sería que si un opositor aprueba la oposición pero se queda sin plaza, este hecho debería ser reconocido en el baremo del opositor para las sucesivas convocatorias con la puntuación que se determine, puesto que ha demostrado con su resultado capacidad suficiente.

Existe cierto consenso respecto a que una prueba no siempre demuestra ni los conocimientos ni las destrezas del aspirante, no reflejando, por lo tanto, la aptitud profesional del examinado, de hecho los que no han superado la prueba trabajan posteriormente como eventuales. Habría que buscar otro sistema que no “suspenda” a quien no lo merece. Por otra parte, reseñar que, a veces, por la demora excesiva en el proceso se dan situaciones paradójicas e injustas que pueden llegar a castigar a la persona aprobada con plaza que debe permanecer en paro o en precario durante períodos largos.

Por otra parte, dada la actual situación de paro y de recortes, habría que tener en cuenta aspectos de justicia y reparto del trabajo, por lo que creemos que deben ofertarse el mayor número de plazas vacantes, estructurales o de cualquier otro tipo en las que se desarrolla una actividad por plantilla eventual.

Por último no queremos dejar pasar por alto las sospechas sobre un posible afán recaudatorio detrás de cada OPE. Cada año vemos incrementado el número de personas que se presentan a una oposición paralelamente al aumento de las tasas por prueba (Evolución de las tasas en las OPE de enfermería: 1998, 1000 ptas; 2003, 10/12 €; 2006, 10/12 €; 2008, 18 €; 2010, 41.60 €. Admitidos en 2008, 6220 x 41.60 = 258.752 euros). Cuando menos deberíamos saber qué gastos supone la celebración de la prueba y qué se hace con el dinero sobrante en caso de que así sea.

Valgan estas reflexiones para ir definiendo, dentro del debate público, de qué manera debemos proceder a la hora de gestionar el empleo público con el fin de buscar la máxima calidad de los servicios públicos y la mayor garantía al respeto de los derechos de las personas. En breve deberíamos conocer la convocatoria para auxiliares de enfermería, sería buen momento para empezar a cambiar algo.